La primavera está en camino y eso significa que el polen pronto estará en el aire. La hermosa transición a la estación es rejuvenecedora, pero lidiar con esas molestas alergias no lo es. Aunque nunca podremos librarnos por completo de los alérgenos en casa, hay algunas formas eficaces de reducirlos. Aquí tienes cinco consejos para que tu casa sea a prueba de alergias.
Una casa bien ventilada es su primera línea de defensa contra la entrada de alérgenos en su espacio vital. Como mínimo, se recomienda cambiar los filtros cada 3 meses. Tener los filtros de aire limpios evitará la acumulación de suciedad y polvo, haciendo que el aire de su casa sea más saludable. ¿Cuándo fue la última vez que revisó el filtro de su aspiradora? Los filtros HEPA, también conocidos como filtros de aire de partículas de alta eficacia, son el filtro ideal para las personas que sufren asma o alergias. Diseñados para evitar que las partículas de polvo vuelvan al aire, deben cambiarse cada seis meses para que sigan siendo eficaces.
Cuantas menos cosas haya en casa, menos lugares tendrán los alérgenos. El desorden alberga ácaros del polvo, así que no deje revistas viejas ni montones de papel tirados por la casa. La moqueta, las cortinas, las alfombras, los cojines y los muebles tapizados son otros culpables de la acumulación de polvo. Reducir al mínimo estos elementos en su casa disminuirá el polvo.
La temperatura y la humedad que controle en su casa contribuyen en gran medida a reducir los alérgenos. Las casas calurosas y húmedas favorecen el crecimiento de ácaros y moho. Mantenga la temperatura entre 68° y 72°F, y la humedad igual o inferior al 50 por ciento.
Evitar que el moho crezca es la clave. Reduzca el exceso de humedad en su casa haciendo un buen uso de los ventiladores del cuarto de baño y del extractor de la cocina. Acostúmbrese a inspeccionar periódicamente las tuberías en busca de fugas o moho y tome las medidas necesarias para arreglarlas o limpiarlas. Limpiar con frecuencia las paredes del cuarto de baño con un limpiador suave también evitará la aparición de moho.
Si quiere evitar el polen y otros alérgenos relacionados con las plantas, haga una selección inteligente de lo que planta en su jardín. Evite las plantas polinizadas por el viento, como el arce, el abedul y el fresno, y opte en su lugar por árboles poco alergénicos, como cornejos y magnolias. Las flores de baja alergia incluyen variedades de hosta, viola e impatiens.
Tanto si sus alergias son graves como leves, seguir estos cinco consejos contribuirá en gran medida a hacer de su hogar un entorno más saludable.
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